Trabajar juntos por la equidad en la educación para los aprendices más pequeños de los Estados Unidos

septiembre 21, 2020

Αmedida que nos adentramos en el otoño y el invierno, sabemos que los programas educacionales tendrán que seguir adaptándose a las nuevas condiciones a fin de proteger a los educadores y niños del COVID-19. Mientras hacemos esto, debemos continuar centrando la atención en nuestros niños pequeños pues conocemos los beneficios que la educación infantil de calidad les aporta.

El proyecto The Children’s Equity Project (CEP, por sus siglas en inglés) y el Concilio para el Reconocimiento Profesional están comprometidos a trabajar en pos de lograr ambientes de aprendizaje equitativos para todos los niños. La labor no es nada fácil, pero sabemos el sinnúmero de beneficios que esto trae como resultado para los programas de cuidado y educación infantil de alta calidad.

En el mes de julio, CEP y el Bipartisan Policy Center publicaron un informe conjunto que analiza a profundidad la información, investigación y el panorama político de la equidad en la educación infantil. Start with Equity—From the Early Years to the Early Grades: Data, Research, and an Actionable Child Equity Policy Agenda presenta tres áreas claves que deben abordarse en nombre de los niños desfavorecidos de color y los niños con discapacidades:
  • La disciplina severa y su aplicación desproporcionada.
  • La segregación de niños con discapacidades en ambientes de aprendizaje.
  • El acceso desigual a oportunidades de aprendizaje bilingüe, tanto para los niños aprendices de dos idiomas como para los aprendices de idioma inglés.
Entre las conclusiones principales de este informe se encuentran:
  • La existencia de desigualdades raciales en todas las áreas temáticas, en los diferentes grupos de edades de los niños, y en los estados.
  • La preparación y el desarrollo profesional de los maestros son insuficientes, y no abordan la equidad en el aprendizaje de la manera adecuada y en el grado necesario.
  • El aprendizaje segregado para niños con discapacidades es común, y varía de un estado a otro, según la raza del niño y la categoría de discapacidad.

«Desafortunadamente, el COVID-19 ha generado una serie de desafíos sin precedentes para todas las facetas de la educación, incluidos los programas de cuidado y educación infantil. La pandemia ha igualmente puesto de manifiesto el estado precario y desigual de nuestros sistemas de aprendizaje», señaló la Dra. Shantel Meek, Directora Fundadora de CEP. «Todos nosotros debemos trabajar juntos con el objetivo común de asegurarnos que los legisladores y otras personas que ejercen cargos de dirección entiendan que este problema no va a desaparecer y que es desafiante particularmente para los niños de raza negra, niños hispanos y niños descendientes de nativos de EE. UU. Pero tenemos que ir mucho más allá de la mera comprensión de los problemas- y el momento de actuar es ahora. Necesitamos un cambio significativo que acabe drásticamente con el racismo sistémico y construya un sistema de aprendizaje más sólido y equitativo para nuestros niños más pequeños».

Recientemente, el Concilio anunció una serie de esfuerzos encaminados hacia el logro de la equidad en la educación. Como parte de su trabajo, el Concilio publicó el informe titulado Alzarse en defensa de lo mejor del sueño americano: El ciclo de la pobreza y el impacto de la educación preescolar. Este informe destaca el Proyecto Preescolar Perry, entre otros estudios, y el cual se enfoca en el importante retorno sobre la inversión -ganancia- que la educación infantil de alta calidad puede tener en los niños vulnerables.

«Todos los niños deben tener acceso a oportunidades de aprendizaje equitativas», expresó el Dr. Calvin E. Moore, hijo, Director Ejecutivo del Concilio. «Los estudios nos han mostrado que hay un sinnúmero de beneficios para los programas de cuidado y educación infantil de alta calidad, aunque estamos muy conscientes de que existen desafíos a la hora de proporcionar la ayuda que sabemos beneficia a los niños de raza negra y niños latinos. No obstante, a pesar de esos retos, el Concilio está comprometido a trabajar para eliminar las desigualdades estructurales que impiden a los niños pequeños alcanzar su pleno potencial, mediante la administración de un programa de certificación nacional riguroso que respalda el desarrollo profesional de los educadores que trabajan con ellos».

A medida que continuamos navegando por estos tiempos sin precedentes, trabajaremos con el objetivo de promover estas cuestiones importantes y buscar vías para colaborar con otras organizaciones. Todos nuestros aprendices pequeños merecen que se les proporcionen las herramientas necesarias para que sean personas exitosas.

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